martes, 10 de abril de 2007

La lucha ¿sigue?




Un día como hoy mataron a Zapata. Montado sobre el mismo caballo que le regaló su asesino. Se murió como mueren los héroes: confiado. Su revolución, como todas las demás del siglo XX fue trágica, y terminó por servir de puta y parapeto a políticos ladrones que se llenan la boca hablando de progreso, justicia y modernización.
Tierra y Libertad.
El mito de Zapata, como el de las grandes figuras de la humanidad, está enfundado en el misterio. Dicen que no lo mataron, que volverá. Los más crédulos dicen que su fantasma cabalga todavía montado en el As de Oros. A veces cuesta creer que una persona así haya pisado la Tierra.
Hace 87 años cayó Emiliano Zapata. Y, cosas de la vida; hoy, mientras algunos (pocos) recuerdan su muerte con marchas y sencillos homenajes, el cerdo que tenemos por presidente, quien ni siquiera merece estar en el mismo párrafo que Zapata, termina de ponerse de acuerdo con otros bastardos para acabar de vender el país.
Qué ironía, y de la mala.


Un saludo respetuoso al General Emiliano Zapata, donde quiera que esté.

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