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de El Sombrero del Gato

No nos hemos vuelto materialistas, hermano, ya éramos, sólo han cambiado los objetos de consumo y deseo.
Desde la época en que el ser humano andaba en taparrabos lo escaso, lo difícil de conseguir ha sido codiciado.
Tu pones como ejemplo un celular. Yo pongo este otro. un collar de hojalata y uno de perlas. ¿Cuál vale más? Por supuesto que el de perlas. Quizás el de hojalata sea bonito, pero las perlas son difíciles de obtener, lo que las hace más codiciadas.

Pienso que preferir algo es instintivo, parte de nuestra naturaleza humana. La función de un celular como bien dices es comunicarte, pero no por eso vas a comprarte un tabique horrible, no, uno siempre quiere lo mejor. Mejor color, mejor sonido, mejor lo que sea.

Tú preguntas ¿quién no es materialista? Todos lo somos, todos somos consumistas, y eso no es necesariamente malo. El consumo dirige esta sociedad. Si de repente no consumiéramos nada sería el fin de la civilización.
Tocas otro aspecto importante, el de la mercadotecnia. Los genios de la merca son chingones. Te hacen que desees algo, aunque no te haga falta (he ahí uno de los problemas del consumismo). Todo lo hacen parecer Lo Más Bonito, Lo Mejor, y como ejemplo te recuerdo el Windows Vista, del que hablábamos aquél día.
¿Qué me dijiste que preferías? ¿Vista o Ubuntu?

Es eso, hermano. El consumismo insensato. Lo hay en todo, en la TV, en el cine, la música, en todo. Lo importante es no dejarse engañar y aprender a distinguir. No es malo darse lujos y gustos, pero tampoco hay que comprar a lo pendejo cosas que no necesitas y que algún cabrón mercadólogo te quiere enjaretar.