He empezado hace poco este camino. Aún no decido por qué lo ando, pero me siento a gusto de poder estar en él. Quizás, cuando ya tenga algunas millas caminadas, y más experiencia sobre mi espalda, podré definir con palabras el POR QUÉ de lo que hago. Hoy por hoy, mientras me encuentro como un barco a la deriva en un mar que pareciera no tener fondo, me dedico a capturar esos instantes, los detalles que nos marcan, que nos forjan. A veces son simples imágenes, fragmentos inconexos de algo, otras son signos de un instante de eternidad, de tiempo. Un detalle. Una visión diferente. Desnudar lo aparente y dejar a la vista eso que se nos escapa, en la rutina de una vida que sin darnos cuenta, esconde en su pequeñez una pizca de eternidad.
Sólo así podemos tener un trozo de tiempo, y descubrir la realidad de nuestra diminuta vida.miércoles, 31 de enero de 2007
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